¿Los gatos necesitan salir a pasear?

A veces pensaba que mi gato era un prisionero que vivía resignado a pasear de un lado a otro dentro de casa, aburrido y añorando salir a ver el mundo, como hacen los perros.
Pero resulta que los veterinarios coinciden en que los gatos no necesitan salir a pasear. La imagen del hombre aventurero que lleva a su gato consigo para recorrer el mundo, en realidad sí es algo que puede suceder, pero es extraordinario. Porque lo común es que los gatos pueden permanecer en casa disfrutando de la tranquilidad de tener su comida y su arenero a la mano, sin ninguna angustia.

Los gatos no tienen las mismas necesidades de los perros, los cuales sí precisan socializar con otros de su especie y tener paseos diariamente. Y los gatos que no están acostumbrados a salir de casa, pueden encontrar la experiencia muy estresante y peligrosa.
Para un gato citadino, andar libre por las calles lo expone a ser atropellado, comer algo que le cause daño, e incluso encontrar hostilidad de la gente.
Y si los gatos no están esterilizados, podrán enfrentar la furia de otros gatos que defienden su territorio y compiten ferozmente por aparearse. En caso de resultar victoriosos, el apareamiento puede dar por resultado el nacimiento de gatitos que pueden incrementar el problema de la sobrepoblación de felinos que viven en situación de calle.
Por todo ello, la recomendación de los veterinarios es esterilizar a los michis antes de alcanzar la edad para reproducirse (algunos sugieren que entre los 4 y 6 meses de edad).

Y si se desea salir a pasear con un gato (y si él tiene el carácter aventurero para ello), lo mejor es que a éste se le acostumbre desde su más temprana edad, y siempre tomando todas las medidas de seguridad posibles, como:

• Contar con todas las vacunas necesarias y estar debidamente desparasitado.
• Usar un collar o pipeta antipulgas que también lo proteja de garrapatas y otros parásitos.
• Usar un arnés adecuado, específico para gatos (no para hurones o para perros pequeños), que no le quede tan flojo que se pueda liberar de él, pero tampoco tan apretado que le lastime. El arnés deberá estar siempre sujeto con una correa, jamás deberás liberarlo porque sin duda puede escapar corriendo.
• Visiten lugares muy tranquilos, lejos de calles transitadas y parques donde pueda encontrar perros que le aterren. Esto podría estresarlo demasiado, tu gato podría tratar de huir... y el resultado puede ser desastroso.
• Para empezar, llévalo a pasear pocos minutos, y paulatinamente pueden aumentar el tiempo del paseo.
• Siempre vigila que esté seguro, que no coma nada, y que realmente disfrute del paseo.
• Muy importante: si notas que se estresa con tan solo tratar de hacerlo salir, mejor no insistas. JAMÁS debes forzarlo. Recuerda que se trata de que viva una experiencia placentera y benéfica, pero si él no quiere, no lo pongas en peligro.

Yo intenté pasear a mi gato (que es adulto y de carácter tranquilo), y simplemente no quiso dar un paso más allá de la puerta. Se alteró mucho y corrió al interior para esconderse. Como todos los gatos, si él no quiere hacerlo, sencillamente no lo hará y punto.